El pasado viernes nueve de enero, a las 10:30 horas, con dos de mis hijas, partí en bus rumbo a la ciudad de Victoria. Motivación: visitar la oficina del Registro Civil, creada en el año 1889, y la Notaría, que data desde el año 1894. Ambos servicios deberían proveerme alguna información sobre mis bisabuelos paternos y sus descendientes.
El Registro Civil de Victoria se ubica en el mismo edificio de la Municipalidad, en calle General Lagos número 680, frente a la Plaza de Armas (Plaza José Manuel Balmaceda). Esperé pacientemente en la fila mi turno para solicitar los libros índices, tras lo cual la funcionaria me fue facilitando sucesivamente los de matrimonios, de nacimientos y de defunciones. Me ayudó en la búsqueda de nombres mi hija mayor, con quien, tras una minuciosa búsqueda, con pena hallamos la inscripción de la defunción de Trinidad del Carmen Acuña Navarrete, acaecida en el año 1891, dos años después de su nacimiento, y en el mismo año en que mi abuelo José nació. No hallamos más información en el Registro Civil, muy posiblemente porque mis bisabuelos se mudaron a vivir a Temuco en el año 1893, una vez llegado el ferrocarril a esta ciudad (el 1° de enero de aquel año, aunque faltando concluir muchas obras aún).
Antes de retirarnos desde el edificio municipal, consulté en la oficina de informaciones acerca de hacia dónde encaminarnos para llegar a la estación de ferrocarriles, y si había algún museo o centro cultural que mostrara la historia de la ciudad. Fue una pena enterarnos que aquella antigua localidad no posea un museo, con la historia de la colonización y de la llegada del ferrocarril desde Collipulli, en el año 1890. Caminando por calle Pisagua, y hacia el Sur, accedimos a la estación de ferrocarriles y a los nostálgicos "aires" ferroviarios.
Desde aquel lugar, en el año 1893, mis bisabuelos Acuña Navarrete, con sus hijos Ercira, de 12 años de edad, Francisco Javier, de unos 10 años de edad, y el pequeño José de la Cruz Segundo, con apenas 2 años, embarcaron sus pertenencias rumbo al sur, a Temuco, abandonando así aquel pueblo que les recibió desde aproximadamente el año 1884, y que vio nacer y morir a otras pequeñas criaturas que habían sido integrantres de aquella familia.
Victoria también estuvo relacionado con el trabajo de mi padre, ya que él, aproximadamente entre los años 1973 a 1974 residió allí, debido a su asignación de trabajo como maquinista en el ramal cordillerano de Lonquimay. Quisimos conocer los restos de la antigua Casa de Máquinas, desde donde mi padre debió extraer las locomotoras que operó en el mencionado ramal.
Un guardia de la estación nos informó que lo único que quedaba de la casa de Máquinas era la tornamesa, y que el resto fue demolido para construir el hangar que contiene hoy el taller de mantenimiento del fallido tren de Victoria a Puerto Montt, hoy operando sólo hasta la ciudad de Temuco. Quise ir al lugar, al sur de la estación, al que llegamos caminando por la vía férrea. Al llegar a las instalaciones no fue posible ubicar al jefe de taller, ya que no se encontraba en el lugar, por lo cual no tuve autorización para fotografiarme en la tornamesa que mi padre tan bien conoció en el pasado. Regresamos al centro de la ciudad caminando bajo un sol abrasador, almorzamos y luego hicimos tiempo bajo la sombra de los árboles de la plaza de armas, en espera de la hora de apertura de la oficina de la Notaría. Mientras tomaba una foto a mis hijas, me percaté de un detalle. La imagen del "quiosco" de la plaza me fue familiar. Le tomé una fotografía para compararla con una antigua foto en blanco y negro que apareció hace un año atrás en el revelado de viejos negativos que mi padre tenía guardados. En aquella fotografía aparece un grupo de hombres posando en una plaza, la que no logré identificar, hasta que comparé la imagen que tomé con la que mi padre tenía guardada en un viejo negativo de película en blanco y negro: ¡era aquella misma plaza! Los hombres de la foto debieron ser ferroviarios, compañeros de mi padre...
Una vez llegada la hora de apertura de la Notaría, nos dirigimos hasta allí. La oficina queda a media cuadra al norte de la plaza de armas, por Avenida Confederación Suiza. Siendo las quince horas un funcionario procedió a abrir el local de la Notaría e hicimos ingreso; fue atendido en primer lugar un cliente que había llegado antes que nosotros.
Luego solicité ver los libros índices de inscripciones y del protocolo de instrumentos públicos, desde el año 1894 y hasta el año 1905. Sólo encontré, a Fojas 81 N° 181 del año 1905, la reinscripción del título de dominio sobre el sitio siete de la manzana veintinueve de Victoria, primitivamente registrado en el Conservador de Bienes Raíces de Traiguén, según da cuenta el Registro de Propiedad hoy guardado en el Archivo Regional de la Araucanía, en la ciudad de Temuco. Solicité una copia autorizada de dicha inscripción,y, con la ayuda de un plano que adornaba una pared de la oficina, identifiqué el lugar correspondiente a las indicaciones de la inscripción, el que se encuentra a sólo una cuadra y media de la Notaría, por calle Calama. Al llegar a las coordenadas, encontré que la propiedad que perteneció a mi bisabuelo hoy día forma parte de los terrenos del "Liceo Jorge Alessandri".
Calle Calama, pasada calle Urrutia. El sitio de mi bisabuelo quedaría al lado del edificio de dos pisos.
Una vez culminada esta diligencia, caminamos de regreso hacia la estación de ferrocarriles en donde esperamos la llegada del automotor que saldría hacia la ciudad de Temuco.
Una vez abordo, volví a disfrutar del recuerdo de las viejas estaciones o paraderos de Púa, Perquenco, Quillem, Lautaro, Lautaro Centro (un nuevo paradero), y Pillanlelbún, para más tarde pasar de largo por la olvidada estación Cajón, culminando el viaje una hora y veinte minutos más tarde en la ciudad capital de la Región de la Araucanía, Temuco.
Como resultado de este viaje, otuve una gran satisfacción al traerme desde la ciudad de Victoria información que me ayudará a proseguir con la redacción de la historia de mi familia.
2 comentarios:
Hola Omar, mi nombre es Leonardo CAbeza y realizo desde el año 2004 investigaciones referentes a la Araucanía en el siglo XIX y precisamente una parte de esta investigación es en Victoria donde inmigraron tus bis Abuelos, me gustaría saber dos cosas, el origen de la imagen de Victoria de finales del siglo XIX que incluyes en tu articulo y por otra parte si por casualidad te haz topado con el nombre de Celestino Pérez (tesorero de la delegación de Victoria)me gustaría estar en contacto con usted para compartir información y contarle algo más de mi investigación.
Saludos Cordiales
Leonardo Cabeza
Leonardo, sinceramente no recuerdo de dónde obtuve la fotografía de Victoria del sigo XIX. En todo caso debió haber sido de algún sitio Web, por que no la poseo en papel.
En Facebook hay un grupo denominado "Reconstruyamos Victoria desde la memoria", el que puede servirle para los efectos de investigación histórica.
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