El martes 27 de enero de 2009, a las 19:00 horas, mi padre Ramón, ha abandonado este mundo... A la edad de 81 años, el último representante de la familia Acuña Aguilera, formada con el matrimonio de mis abuelos paternos en el año 1921 y completada con el nacimiento de mi tío José Domingo en el año 1935, partió a su descanso de las vicisitudes de esta vida mortal. Un conjunto de enfermedades invalidantes le fueron quitando su vitalidad y movilidad, hasta dejarlo convertido en un disminuido anciano, cuya vida en los últimos 10 años fue tremendamente compleja, siendo su fallecimiento un descanso y alivio para lo ingrato de su existencia física en esta última etapa de su vida.
Pese a la tristeza del acontecimiento, nos sentimos reconfortados por el cariño y fortaleza que dieron a su familia sobreviviente los parientes, vecinos, amistades, y conocidos. Algo que me provocó mucha emoción fue el conocer de boca de ex compañeros de mi padre, también hoy ferroviarios jubilados y que estuvieron en el velatorio, palabras referentes a su trabajo como maquinista en la Empresa de Ferrocarriles del Estado de Chile. Uno de ellos, don René Ortíz Castillo, nos contó que fue ayudante de mi padre en la época de las locomotoras a vapor hacia fines de los años 1960, y que trabajaron juntos en el tramo comprendido, por el Norte, entre el nodo ferroviario de San Rosendo hasta Puerto Montt, por el Sur. Nos relató que ambos cuidaban muy bien las locomotoras que tenían a cargo, y que mi padre se apegaba estrictamente a las normas y al reglamento, aunque le gustaba "hacer correr" a las locomotoras tipo 80 "Montaña", y que pasaban raudos por las estaciones con los trenes. Mi hermano exclamó: "¡ Ahí está. Por eso es que me gusta la velocidad!". Así, varios otros ancianos ex ferroviarios comentaron sus recuerdos en relación con mi padre y su trabajo en el ambiente ferroviario, siendo la primera vez que hemos sabido de experiencias de mi padre en su ambiente laboral, por haber sido él muy reservado y no haber nunca comentado mucho de lo referente a su función en la Empresa de Ferrocarriles, en los más de 30 años de servicio en aquella.
Sus funerales se efectuaron el día jueves 29 de enero en la capilla de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cercana al domicilio de mis padres, y sus restos fueron sepultados, tras una breve ceremonia, en el hermoso Cementerio Parque Jardín Las Flores, en el camino hacia la localidad de de Chol Chol, kilómetro 4,5.
Sus funerales se efectuaron el día jueves 29 de enero en la capilla de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cercana al domicilio de mis padres, y sus restos fueron sepultados, tras una breve ceremonia, en el hermoso Cementerio Parque Jardín Las Flores, en el camino hacia la localidad de de Chol Chol, kilómetro 4,5.
Aunque el hecho de no tener la compañía física de mi padre, a causa de la muerte, estamos en paz y tranquilidad, gracias al conocimiento que nos ha proveído el Evangelio, referente al propósito de la vida terrenal y al conocimiento de la futura y gloriosa resurreción de los muertos, y a la promesa de la unión eterna de las familias terrenales.
2 comentarios:
Estimado Amigo, en estos momentos son para mi muy emotivos, Con Dn Ramon Acuña Aguilera, Fue un Gran Compañero de Todos los Ferroviarios en las diferentes secciones que tenia Ferrocarriles, desde luego heredaste todo lo Noble de un Gran Hombre y sentite Orgulloso de Ser su Hijo, Ermosas Fotos que Archivare, saludos de alguen que fue su Amigo
Recién enterado de este suceso, Agradeaco a Dios por acordarse de Don Ramón y llevarlo a descansar a su reino. Mis condolencias a la familia, en especial a Omar e Iván y que pese a que han transcurrido dos años, igual siento necesario darlas.
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