domingo, 17 de julio de 2011

Cuando el objetivo es noble, perseverar hasta alcanzarlo !!

Más de tres años han trascurrido desde que inicié la búsqueda de antecedentes de una persona que era una perfecta desconocida, aunque su apellido es el mismo que yo poseo.
Unos 20 años atrás me apropié de una antigua fotografía que estaba entre las pertenencias de mi padre: había iniciado una investigación genealógica sobre mi familia y buscaba todo tipo de documentos que me fueran conectando con "mi pasado". La fotografía (que ahora puedo contextualizar en el año 1899) muestra a una pareja en una tradicional pose de estudio.


La simple observación denota que la mujer de la imagen era menuda y de baja estatura, ya que el varón que se encuentra sentado a su lado es todo lo opuesto: corpulento y alto. Al reverso de la foto están dos nombres y unas fechas, anotadas con tinta de color azul. En aquel entonces pregunté a mi papá quién era ella,debido a que su apellido es Acuña:


Mi padre me dijo que no sabía de ella, pero que Zbinden era conocido de su papá (mi abuelo). No pude obtener más datos, aunque del nombre se desprendía que ella era esposa de Zbinden, y que el signo de la cruz (+), antes de la fecha, comunicaba la fecha del fallecimiento. La mirada de aquella menuda mujer me motivó, una y otra vez, a querer saber quién fue ella. Pasaron los meses, un año, dos años y poco a poco fui descubriendo antecedentes sobre Ercira Acuña de Zbinden, en especial sobre las circunstancias de su defunción. En mi Blog "Historia familiar en el Sur de Chile" relato de cómo se me había negado la existencia de información de ella y de su marido y de cómo hice para finalmente hallar la fecha y lugar de su matrimonio. Supe que falleció durante el parto de su segunda hija (ésta fallecida por asfixia intrauterina), y que ya había perdido a su primera hija por el mismo motivo. Al haberme enterado que se había casado en casa de sus padres (que resultaron ser mis bisabuelos, o sea ella era una tía abuela mía), en la ciudad de Temuco, busqué el registro del matrimonio religioso. Lo encontré, confirmando que ella había nacido en la localidad de Parral. Su edad declarada me llevó al año 1881, por lo que me puse a investigar en los registros parroquiales de la localidad nombrada, pero no encontré su bautismo en el año 1881. Lamentablemente el registro de bautismos no tenía un índice, por lo que yo tenía que revisar cientos de inscripciones. Pasaron unos meses, y me dispuse a revisar un microfilm con bautismos de Parral, desde el año 1876 hasta 1880, que se acomodaba a los antecedentes que ya disponía sobre el matrimonio de mis bisabuelos (1876). Durante estos dos últimos meses revisé, durante varios días, todas las inscripciones (cientos) de los años 1876, 1877, 1878, 1879, hasta que ... con fecha 15 de febrero del año 1880 finalmente (y para mi inmensa alegría) aparece el bautismo de María Ercira Acuña Navarrete, aunque ella había nacido cuatro meses antes.

La desconocida joven mujer de una fotografía del siglo diecinueve finalmente relató todos sus principales hechos demográficos. Sólo había que ver su mirada y hacerle caso a su petición de que alguien se interesara por ella, más de un siglo después de su existencia terrenal. Me dediqué a ella por tres años, con el propósito de "conocerla", obteniendo los resultados relatados, pero, además, nació un cariño entrañable por esta pequeña integrante de mi familia ancestral, que no pudo disfrutar de la maternidad en su plenitud y que falleció tan joven. Ella es María Ercira Acuña Navarrete, la hermana mayor de mi abuelo José. Gracias por hablarme desde el pasado y por la oportunidad de haberte servido como tu descubridor.