miércoles, 30 de junio de 2010

Amistades y ayuda en la buena Internet

Deseo destacar todo lo positivo que se puede hallar en la Internet, cuando hacemos buen uso de ella. Realizo investigación histórica y genealógica, participo de foros con relación a esos asuntos, escribo mis experiencias y aún he ofrecido de mis servicios de investigación. Tengo seguidores declarados de mis publicaciones y otros son seguidores anónimos. De todos ustedes me siento agradecido. Reconforta mi espíritu el sentir y saber que soy un aporte a las vidas de otros, en especial para aquellos que están fuera de la patria que les vio nacer y que mediante mis posts sienten una relación de cercanía y de recuerdo hacia los lugares en que residieron hace tantos años. Agradezco a quienes me escriben privadamente y que aún me han obsequiado de distinta manera.
A través de los sitios de encuentro de personas he hallado y me han hallado viejos compañeros de la educación secundaria, de hace más de treinta años. He podido ver fotografías recientes de ellos, que han provocado las más diversas emociones.

Este mes de junio, pese a las dificultades y tristezas propias de este mundo, ha sido muy grato en relación con el contacto virtual con otros seres humanos, y es por ello que deseo destacar a tres personas que me han contactado:
Soledad, Andrés y Tomás.

Soledad es una ciudadana uruguaya que me ubicó en la Internet, en un foro de investigación genealógica, y que me contactó desde Montevideo para solicitarme pudiera hallar a una familia mapuche que conoció en el año 1989 (describo brevemente esta historia y el éxito de mi investigación en mi blog "Bitácora de mi bicicleta"). Ella ha sido tremendamente positiva, aún con sus propias cargas, dificultades y tristezas y me ha demostrado gran aprecio.

Andrés es chileno y reside en Santiago de Chile. Su preocupación por investigar sobre la historia de su familia de ancestros alemanes y suizos, y su poca disponibilidad de tiempo, le hizo contactarse conmigo a través de mi blog "Genealogía e historia familiar en Chile". Pude hallar documentos importantes para él y él sintió el deseo de compartir y regalarme antecedentes sobre mi propia familia y documentos históricos digitalizados que tienen que ver con la zona en la que dedico mi servicio de investigación. Es mi cliente, pero él ha empatizado con mi pasión investigadora llendo más allá de una posición pasiva, pasando a una de excelente cooperación.

Tomás es chileno y reside hace varias décadas en una región de Alemania. Gratamente sorprendido quedé con un mensaje de correo electrónico, en el que me expresaba agradecimiento por las cosas que yo expresaba en este blog (Al-Usul, Al-Wusul), y por mi dedicación a la investigación histórica. Su familia residió en los alrededores de la zona en que vivo, y mis escritos le permiten sentir cercanía y recordar la época de su infancia y juventud. Hemos intercambiado varios emails y él me ha hecho llegar un lindo obsequio, relativo a mi pasión por los viejos ferrocarriles y sus locomotoras.


Gracias a la Divina Providencia por la creación de este medio de intercambio de información y de acercamiento entre los seres humanos, que nos permiten dar encuentro, reencuentro, servicio y recibir afecto y comprensión.